Cuando los primeros humanos comenzaron a caminar por lo que hoy conocemos como África, los hongos ya tenían millones de años sobre el planeta. Pero no voy a ir tan atrás en el tiempo. Voy a hablar de las manifestaciones humanas pictóricas más antiguas encontradas hasta la fecha, donde se representan eventos o ritos con figuras humanas consumiendo hongos o simplemente rodeados de setas. Voy a remontarme a una época más cercana en el tiempo, al período Neolítico, unos 6000 años antes de nuestra era.
Y aunque parezca de ciencia ficción estos registros se encontraron en el desierto del Sahara. ¿Quién podría imaginarse encontrar hoy un hongo en el Sahara?
Estas pinturas rupestres no sólo nos confirman que los humanos consumían setas hace milenios, sino que además, son una evidencia contundente de la variabilidad de los ecosistemas en el tiempo.
Las obras pictóricas a las que me refiero se encuentran en el actual territorio de Argelia y forman parte de lo que se conoce como las pinturas rupestres de Tassili, y dentro de éstas, a las correspondientes al período de “cabezas redondas” que datan de hace unos 6000 años antes de nuestra era. La Meseta de Tassili es un área montañosa en pleno desierto del Sahara, que cubre unos 72,000 km2 en el sudeste argelino, cercana a las fronteras de Libia, Níger y Malí. El sitio de Tassili n’Ajer alberga uno de los conjuntos más importantes del mundo del arte rupestre prehistórico. Unos 15.000 dibujos y grabados permiten seguir las huellas de los cambios climáticos, las migraciones de la fauna y la evolución de la vida humana en los confines del Sahara, desde el año 6000 a.C. hasta los primeros siglos de nuestra era.

Estas pinturas rupestres fueron estudiadas por el etnobotánico Giorgio Samorini, quien durante su carrera se especializó en el estudio de los hongos y las plantas psicoactivas.
Según Samorini en “The oldest representations of hallucinogenic mushrooms in the world (Sahara Desert, 9000-7000 BP)” publicado en 1992:
“una de las escenas más importantes se encuentra en el yacimiento de arte rupestre de Tin-Tazarift, en Tassili , en el que encontramos una serie de figuras enmascaradas en línea y vestidas hieráticamente o vestidas como bailarinas rodeadas de largos y animados festones de diseños geométricos de diferentes tipos. Cada bailarín sostiene un objeto con forma de hongo en la mano derecha y, lo que es más sorprendente, de este objeto salen dos líneas paralelas para llegar a la parte central de la cabeza del bailarín, la zona de las raíces de los dos cuernos. Esta línea doble podría significar una asociación indirecta o un fluido no material que pasa del objeto sostenido en la mano derecha y la mente. Esta interpretación coincidiría con la interpretación de los hongos si tenemos en cuenta el valor mental universal inducido por los hongos y vegetales alucinógenos, que muchas veces es de carácter místico y espiritual. Parecería que estas líneas -en sí mismas un ideograma que representa algo inmaterial en el arte antiguo- representan el efecto que el hongo tiene en la mente humana.”

sitio: Tin-Tazarift
Entre otras, Samorini también se refiere detalladamente a un par de imágenes encontradas al sur de Tassili:
“… las dos figuras notables del sur de Tassili (sitios: Aouanrhat y Matalem-Amazar). Ambas miden aproximadamente 0,8 metros de altura, usan la máscara típica de esta fase pictórica y un andar típico (piernas dobladas hacia adentro y brazos doblados hacia abajo). Otra característica común es la presencia de símbolos de hongos a partir de los antebrazos y los muslos; otros son de mano. En el caso de la figura de Matalem – Amazar, estos objetos se encuentran dispersos por toda la zona que rodea al cuerpo”

sitio: Matalem-Amazar
El texto de Samorini que cité en el texto se puede encontrar en:
http://www.samorini.it/doc1/sam/sam-1992-sahara.pdf
También está disponible un video en la página de la Unesco, que te invita a recorrer el sitio de Tasili n’Ajer, declarado en 1982 como Patrimonio de la Humanidad.
https://whc.unesco.org/en/list/179/video/
Todas las imágenes (salvo el mapa) fueron extraídas del trabajo de Samorini citado